La tan esperada etiqueta de los neumáticos que es clave para el Plan Renove para cambiar neumáticos, no debía estar disponible hasta 2012. Esta etiqueta no sólo tiene como fin un ahorro energético.
Este distintivo medirá también la eficiencia del neumático en términos de consumo de carburante, la adherencia de la rueda en una superficie mojada y también el ruido de rodadura en decibelios.
Además, fabricantes como Michelin están pidiendo a la Unión Europea que también se incluyan otros parámetros como la duración del neumático.
Así, con esta etiqueta todo aquel que acuda a comprar un neumático a partir de noviembre de 2012 le será fácil conocer que ruedas son más seguras y eficientes y cuáles son las menos recomendables, ya que estarán clasificadas en una escala de la A a la G -en la que la letra A es la más sobresaliente y la G es la menos indicada-.
Es por ello por lo que fabricantes como Goodyear, Dunlop, Michelin o Bridgestone esperan impacientes la llegada de esta normativa. Entre otras cosas porque muchas de las 100 firmas que se comercializan en la actualidad suspenderían en la prueba de agarre en mojado. En concreto se espera que sean las marcas chinas las que no logren superar este examen por la menor inversión que dedican a la investigación y el desarrollo.
Además, para 2016 se podría endurecer aún más esta normativa, con la desaparición de la categoría G, una situación que supondría la eliminación del 70% de las ruedas que se venden en la actualidad.
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